200 años antes

200 años antes
Dr Manuel Belgrano

lunes, 30 de julio de 2007

2006 ESNN



II año, por lo general pasa rápido y tranquilo, los programas académicos son cortos, ya que estaban hechos para cuando el año duraba 6 meses. Se espera el viaje de estudios (egresados) a Puerto Belgrano y por supuesto “el embarco”, para algunos el momento más esperado, para otros extrañamente es un castigo impuesto por la escuela. También Gracias al profesor Paz que nos trajo varias invitaciones a exposiciones, pudimos salir un poquito de la escuela. Acá les dejo un link con las fotos que cuentan mejor que yo como fue el año 2006 en ESNN.




FOTOS:
San Isidro
Plaza de mayo
ARA Cabo de Hornos
Quincho ESSA
Puerto Belgrano
FIMAQH

2005 ESNN



Este es un álbum con las fotos de las distintas actividades que se realizan en la escuela. Ya se que el Irizar se quemó, que a TANDANOR no se va más y que el Tijuca no navega a Colonia. Pero seguramente al rompehielos lo va a arreglar, el Tijuca esta saliendo a dar un vueltita, y si ponen ganas como puso el cadete de IIIº Máquinas Morel Ignacio en el 2007 la escuela da la autorización y pone el micro para ir a visitar el astillero.

Fotos:
Fin reclutamiento
Velero Tijuca
Bendición de uniformes
Visita al IrizarVisita a TANDANOR


lunes, 23 de julio de 2007

Al patrono de la escuela


Cuando me propuse investigar sobre nuestro patrono para publicar una nota en el blog, me encontré con la sorpresa de que existen dos santos de los marinos, uno español que vivió en el siglo XII y otro romano del siglo IV. Así que acá les va las dos BIOs de ambos santos para que decidan ustedes a cual enviar sus plegarias, cuando tengan problemas durante su embarco con el MP3 que no les anda o el DVD-PLAYER que no les lee la peli trucha que se compraron en el boli-Shopping. (es broma nadie se ofenda)

San Elmo o san Erasmus (303 d. C.?, Formia, Italia) fue uno de los primeros obispos cristianos. Es el patrono de los marinos, quienes lo asociaron románticamente al fuego de san Elmo (o san Telmo). Es uno de los mártires que constituye los “Catorce santos de ayuda”, un grupo de santos venerados conjuntamente en la Alemania medieval. Fue obispo de Formia (antigua Formiae), donde murió martirizado, probablemente durante la persecución de cristianos por el emperador Diocleciano. Varios actos espurios han embellecido la leyenda. De acuerdo con esto, él fue obispo de Siria y resistió milagrosamente las torturas de Diocleciano en Líbano y después fue guiado por un ángel a Formia.
La leyenda cuenta: "Una noche de gran tormenta, san Elmo se dirigió a visitar al obispo de Auvergne, Ranco, quien se encontraba en cama por enfermedad. Los discípulos de Elmo le acompañaban en el camino, pero era tal la oscuridad, que prácticamente estaban imposibilitados de seguir adelante.
Elmo comenzó a encender una vela, lo cual sorprendió a sus discípulos. ¿Acaso pretendía san Elmo que tal vela permaneciera encendida enfrentando semejante noche torrencial?
Pese a las dudas de sus acompañantes, la lluvia que caía a cántaros y las ráfagas de viento no pudieron apagar la vela, y san Elmo logró llegar a su destino.”
Debido a esto, san Elmo ha sido adoptado como patrono de los marinos del Mediterráneo, quienes han visto el destello que acompaña a la descarga en cepillo que aparece sobre los mástiles de los barcos durante las tormentas. Elmo es la corrupción italiana de Erasmus (a través de Ermo). Otras derivaciones etimológicas incluyen Ramus, Eramus, Ermo, Elm, Elme y Telmo. Este último es en realidad el pseudónimo adoptado por Pedro González, el cual los marinos españoles y portugueses veneran como patrón.

El San Telmo venerado en España, y especialmente en Sevilla, fue realmente el dominico Pedro González, del cual se sabe nació en Astorga hacia 1190 y que murió en Tuy en 1246. Fue primero canónigo en Astorga para después ingresar en la orden dominica, donde destacó como predicador elocuente, sabiéndose que acompañó al rey Fernando III El Santo en sus conquistas.
Los militares jóvenes de las altas clases sociales se sintieron muy molestos por los sermones de Telmo en el ejército, porque no les toleraba sus vicios y maldades y se propusieron amargarle la vida lo más posible. El, al darse cuenta de que el ambiente de allí no era apto para su modo de obrar y de pensar, se retiró del ejército y empezó otro apostolado muy especial: la evangelización de los pescadores y marineros en la región de Tuy. Y allí sí fue mejor aceptado. Lo primero que hizo fue organizarlos en asociaciones para que defendieran sus derechos y se ayudaran mutuamente.

Y sucedió que los marineros y pescadores empezaron a encomendarse a las oraciones de Telmo cuando se iban al mar, especialmente en tiempos de tormentas y vendavales. "¡Fray Telmo, encomiéndenos hoy que el tiempo está difícil!", le decían al embarcarse. El santo les prometía su oración y en plena mar brava cuando los remeros veían que se iban a hundir en las aguas formidables, exclamaban: "Dios mío, por las oraciones de Fray Telmo, ¡sálvame!", y sentían que misteriosamente se libraban de aquellos inminentes peligros de muerte. En los procesos para su beatificación hay centenares de testimonios como estos. Un día en plena tempestad cuando varios pescadores estaban en grave peligro de perecer, San Telmo se puso a rezar por ellos y la tempestad se calmó rapidísimamente, sin que nunca antes hubieran visto una calma así de repentina.

La luz azul-violeta que se ubica en el penol de baupres
para poder ver la proa del barco con mal tiempo lleva el nombre de
estos
santos.


sábado, 21 de julio de 2007

"El freedom"








Un marplatense está al frente del crucero más imponente del mundo








Carlos Pedercini es el capitán del "Freedom of the Seas", el barco de cruceros más grande y moderno del mundo, con una capacidad para 4300
pasajeros. Tiene 339 metros de eslora y fue botado hace unos pocos meses
con el nombre de "Freedom of the Seas".


Entrevista realizada al capitan durante su paso por el puerto de Miami:

"Nunca soñé con llegar a ser capitán. Mucho menos del crucero más grande del mundo", dijo Pedercini recientemente. Según el periódico una de las principales virtudes de Pedercini es la amabilidad y también que cuenta con "una parte de figura paterna, de gurú social, de navegador, y de jefe". Sin lugar a dudas, es el hombre más popular de la embarcación. "Los pasajeros quieren ver y encontrarse con el Capitán y todos quieren tomarse fotos conmigo, hablar conmigo y quieren que yo esté donde ellos están", comenta.No es extraño que la orquesta del barco, cuando ve llegar a Pedercini ejecute lo que para ellos es la canción nacional de Argentina: Don't Cry, for me Argentina. "Yo no soy una celebridad de verdad, cuando bajo del barco nadie me conoce", dice atenuando el exceso de alabanzas. Pedercini tiene 41 años, sus infancia y adolescencia las pasó en Mar del Plata, y fue en la pantalla de canal 8 ó 10 donde vio a Gavin MacLeod caracterizando al capitán Stubbing en el Crucero del Amor. "Todos llegan al barco buscando al capitán del Crucero del Amor, pero Carlos es más amable", dice el vendedor de uno de los comercios a bordo.Pedercini es el más joven de los capitanes con los que cuenta la Royal Caribbean Internacional. "De la familia, soy el único loco que se le dio por ser marinero".
Caracteristicas del Barco:

El Freedom of the Seas fue construido en Dinamarca y contó con la supervisión de Pedercini, quien hace más de 15 años que trabaja para la Royal Caribbean. De Dinamarca el barco pasó al Dique 11 del Puerto de Hamburgo, donde se le hicieron los retoques finales ante miles y miles de turistas de todas partes que lo observaban desde el Altona Fishmarkt.El crucero, posee camarotes de todos los niveles (se puede hacer el viaje de una semana por el Caribe con 1.700 dólares, incluído el aéreo hasta Miami), salas de conferencias, parques temáticos, un minigolf, una pileta de olas artificiales, un miniestadio, varios restaurantes, bares, discoteca y hasta un teatro. Puede albergar hasta 4400 pasajeros en sus 1.817 camarotes distribuidos estratégicamente en 18 niveles de cubiertas. Este barco cuenta con más de 100 mil caballos de fuerza para mover las 160 mil toneladas y su diseño le otorga una estabilidad que disimula cualquier tipo de variación provocada por las olas. Esto significa que tiene que haber una tormenta demasiado grande (y repentina) para que la gente que viaja se dé cuenta que no está en tierra firme.La Royal Caribbean invirtió casi 1.000 millones de dólares en este proyecto, de los cuales 150 fueron destinados a tareas de promoción, reclutamiento de personal, y acondicionamiento de ciertos puertos para poder recibirlo. El resto del dinero está todo volcado en el magnífico barco.El viaje inaugural se efectuó el 4 de junio desde Miami y en su recorrido tocó Cozumel, Georgetown, Montego Bay y Labardee. Estrellas de cine, millonarios de perfil bajo, deportistas, fanáticos de la náutica, políticos y muchos extranjeros son quienes se gastan algo de su dinero para pasarla bien durante siete días por las aguas del caribe.El crucero cuenta con algunas características sorprendentes: el teatro Arcadia tiene 1350 localidades, es decir que es tan grande como el más grande de los teatros que hay en Mar del Plata. Allí todos los días (es decir, los siete días que dura la travesía) hay funciones en distintos horarios, con distintas obras.

“No hay rosas en la tumba de un marino”


En nuestros primeros días de cadete, en él periodo llamado comúnmente “reclutamiento”, se nos dieron numerosas charlas, sobre la historia de nuestra escuela y sobre la historia de la marina mercante argentina en general, pero en la mayoría de las ocasiones, por cansancio, sueño o porque simplemente no nos parecía importante, no le prestamos su debida atención. Por lo general nos contaban de sucesos ocurridos de hace 200 años, donde nuestra escuela defendió heroicamente a la ciudad de Buenos Aires de los invasores ingleses, o también nos contaron historias sobre el Almirante Guillermo Brown o el Sr. PiedraBuena. Todos estos sucesos son importantes para la historia de nuestra escuela, pero nos parecen muy lejanos como esas viejas novelas que nos obligaban a leer en la secundaria.
A pesar de todo esto también, no hace muchos años, otros héroes surgieron de nuestra escuela. Ellos hace ya 25 años, fueron convocados a participar en la recuperación de nuestras Islas Malvinas. Así como hace ya 200 años otros marinos mercantes fueron llamados a repeler al mismo invasor, éstos al igual que los últimos, aceptaron el desafió y se embarcaron en distintos buques, algunos en la antigua ELMA, otros en transportes navales y algunos incluso en pesqueros. Uno de estos buques logisticos fue el transporte naval Isla de los Estados, que llevaba a bordo una tripulación mixta de 27 tripulantes, su mayoría personal civil. Un diez de mayo del año 1982 fue atacado por la corbeta HMS Alacrity, debido al tipo de carga que transportaba sufrió una grabe explosión, lo que provocó la muerte, casi al instante de la mayoría de su tripulación, solo 2 tripulantes sobrevivieron. En este buque se encontraban oficiales graduados de nuestra escuela, ellos como nosotros, también fueron cadetes, usaron la misma faena, iban a las mismas ceremonias, y pasaron por similares circunstancias a las nuestras. Al igual que nosotros en su primer año de escuela respondieron "Si, Juro" luego de escuchar la frase: “...Defenderla, hasta dar la vida”.

Ellos son el primer oficial Capitán de ultramar BOTTARO, Jose Esteban el segundo oficial Piloto de Ultramar POLITIS, Jorge Nicolás, el Jefe de Máquinas AGUIRRE, Miguel y el Primer Oficial de Máquinas CUEVAS, Alejandro Omar. Ellos fueron condecorados con la medalla postuma "LA NACION ARGENTINA AL MUERTO EN COMBATE". La unidad fue distinguida con " HONOR AL ESFUERZO Y ABNEGACIÓN EN COMBATE"

Por todo esto, cada vez que nos pongamos el uniforme de la escuela Nacional de Náutica “Manuel Belgrano”, recordemos que estamos representando, no sólo a esta institución, si no también a su historia y a los héroes que pasaron por sus aulas. También recordemos que el uniforme es una extensión de nuestra bandera nacional y cualquier agravio que se le haga, es un insulto, una falta de respeto a nuestra patria, a su territorio, a nuestras propias familias, y final mente a nuestra profesión. Es por ello que tenemos la obligación y el honor de honrarlo y defenderlo en todo lugar y momento.

"Este es un humilde homenaje a los héroes que ofrendaron a la patria lo mas valioso que tiene un ser humano, su propia vida."

Buque escuela Piloto Alsina


Construido en 1963 en el Astillero Union Naval de Levante, de España, para la Empresa Flota Fluvial del Estado Argentino con el nombre de Ciudad de Formosa. En 1981. el 18 de Febrero fue adquirido como buque escuela para la Escuela Nacional de Náutica en U$S 520.000 aportados por el Fondo Nacional de la Marina Mercante. El 17 de Marzo del mismo año se afirma el pabellón nacional en el ahora ARA Piloto Alsina.
Durante el conflicto el buque-escuela ARA “PILOTO ALSINA” al mando del Capitán de Ultramar Eduardo Sulin, tuvo la importante misión de servir de base a personal de la Prefectura Naval para controlar la entrada de buques a los canales del Río de la Plata, con el objetivo primordial de impedir un posible sabotaje de parte del enemigo que corte esta vital vía de comunicación. Después la finalización de las hostilidades, tuvo el alto honor de transportar de vuelta a la Patria a 1016 prisioneros de guerra argentinos que fueron entregados por los Británicos en el Puerto de Montevideo. Este personal fue recibido y atendido a bordo con toda la consideración y cuidado que merecían por el esfuerzo y sacrificio realizado al servicio de la misma.
En 1983 el buque de la Escuela colaboró en las tareas de rescate y asistencia por la inundación que se produjo en provincia de Formosa. Como reconocimiento, y por ser la única unidad naval que actúo desinteresadamente - sin cobrar por los servicios - la capital provincial, también llamada Formosa, pone el nombre del navío a una calle de la ciudad.
En 1994. es desafectado del servicio activo en la Armada Argentina. Un años después es vendido a Cargoline S. A. (Argentina). Modificado a porta contenedores. Rebautizado PARANA EXPRESS. Finalmente en el año 2.000 es Transferido al Registro de Paraguay.

El dire


Pedro Antonio CerviñoIngeniero, topógrafo y cartógrafo


Nació en Campo Lameiro (Pontevedra, Galicia, España) en octubre de 1757.

De marcada actuación durante la gesta patriota de 1810, Cerviño fue también un gran promotor de la cultura argentina en los primeros años del siglo XIX, y uno de los primeros docentes universitarios que tuvo el país.
Español de origen, llegó a la Argentina cuando contaba con 25 años de edad, en su función de ingeniero voluntario del ejército y en cumplimiento de tareas encargadas por el Virrey en Buenos Aires.

Por esa época, integró también la comisión demarcadora de límites entre España y Portugal.
A partir de 1783, Cerviño comenzó con sus viajes científicos. El primero fue al Chaco, donde estudió los depósitos de hierro meteórico. Más tarde, por encargo de Azara, recorrió el Paraná y navegó el río Uruguay desde su nacimiento hasta la desembocadura en el Río de la Plata. Cuando Azara se marchó del país, confió en Cerviño sus manuscritos, cartas geográficas y otros documentos científicos.

En 1798, por orden del Consulado, realizó el relevamiento de la Ensenada de Barragán, y junto a Juan de Insiarte y J. De la Peña, realizó una Carta esférica del Río de la Plata, que enviaron al Rey en 1798.

Cuando Belgrano creó la Escuela de Náutica, en 1799, Cerviño ganó el concurso de antecedentes para ejercer su dirección. Los cursos se iniciaron en noviembre de ese año, y el profesor español tuvo además que enseñar geometría elemental y práctica, trigonometría rectilínea y esférica, hidrografía, dibujo y otras materias.

En 1801, el virrey Avilés le encomendó realizar el plano de Buenos Aires, delinear el pueblo de Ensenada y planificar una campaña contra los indígenas, a fin de expandir la frontera occidental. Poco después, también fue encomendado para levantar el plano del arroyo Maldonado.

También era periodista, publicando numerosos artículos sobre observaciones meteorológicas y topográficas en el Telégrafo Mercantil, y en el Semanario de Agricultura, Industria y Comercio, de Vieites.

Por esos tiempos, la casa de Cerviño era el lugar donde se realizaban frecuentes tertulias literarias, a las que asistían, entre otros, el dean Funes, Manuel Belgrano, Juan José Castelli, José Chorroarín, y otros patriotas y representantes de la cultura nacional.

En 1806, un discurso que pronunció lo enfrentó con el Ministro de Marina e Indias, y perdió su cargo. Pero pronto sucedieron las invasiones inglesas, donde Cerviño tuvo una destacada actuación y las directivas de la Metrópoli quedaron sin efecto.

En 1806 y 1807 destacó por su heroica participación en las invasiones Inglesas, como comandante del Tercio de Voluntarios Urbanos de Galicia. Participó del Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810 y en 1813 el Segundo Triunvirato lo designó director de la Academia de Matemáticas, encomendándole la realización de un plano topográfico de Buenos Aires.

Gozaba de un gran prestigio como educador y científico, cuando falleció el 30 de mayo de 1816 en la ciudad de Buenos Aires. Sus restos fueron depositados en el Convento de San Francisco.

Algo para tener en cuenta



Se que no somos militares, pero como usamos uniforme militar, estamos bajo
bandera, y pertenecemos a la reserva de la armada, me pareció interesante
publicar el siguiente discurso que habla sobre el uso del uniforme y demás
responsabilidades que esto exige.


Carlos Pellegrini, en un discurso, el último que pronunció en el Congreso Nacional:

Al discutirse una Ley de Amnistía, en la sesión del 11 de junio de 1906, expresó: «El militar tiene otros deberes y otros derechos; obedece a otras leyes, tiene otros jueces, viste de otra manera, hasta habla y camina de otra manera. Él está armado, tiene el privilegio de estar armado, en medio de los ciudadanos desarmados. A él le confiamos nuestra bandera, a él le damos las llaves de nuestras fortalezas, de nuestros arsenales y a él le entregamos nuestros conscriptos y le damos autoridad para que disponga de su libertad, de su voluntad, hasta de su vida. Con una señal de su espada se mueven batallones, se abren nuestras fortalezas, se baja o sube la Bandera Nacional. Y toda esta autoridad y todo este privilegio, se lo damos bajo una sola y única garantía, bajo la garantía de su honor y de su palabra. Nosotros juramos ante Dios y la Patria, con la mano puesta sobre los Evangelios; el Militar jura sobre el puño de la espada, sobre esa hoja que debe ser fiel, leal, brillante como un reflejo de su alma, sin mancha y sin tacha. Por eso, la palabra de un Soldado tiene algo de sagrado y faltar a ella es algo más que un perjurio. Y bien, Señor Presidente, es éste el cartabón en que tienen que medirse nuestros jóvenes militares, para saber si tienen la talla moral necesaria para ceñir la espada, que es el legado más glorioso de aquellos héroes que nos dieron Patria; para vestir ese uniforme lleno de dorados y galones sería un ridículo oropel si no fuera el símbolo de una tradición de glorias, de abnegación y de sacrificios, que obligan como un sacerdocio al que lo lleva. »

Primer Sub-Director




JUAN DE ALSINA



Agrimensor. Fue uno de los hombres más cultos que hubo en el Río de la Plata, a fines del siglo XVIII. Era nacido en Corcubión, Galicia, realizó sus estudios en Escuela de Náutica de Barcelona, en Cataluña y llegó a Argentina en 1782, con don, Pedro Antonio Cerviño como miembro de la comisión demarcadora de límites entre las posesiones de España y Portugal.
Experto piloto, sus conocimientos científicos se extendían a la cosmografía, la agrimensura y las matemáticas. Era, pues, un hijo dilecto de la ilustración española, que había sido atizada con entusiasmo, desde la misma cúspide del poder, por el rey Carlos III.

Gracias a las insistentes representaciones del catalán -había fundado un instituto de pilotaje-, el Real Consulado de Buenos Aires decidió crear una Escuela Náutica, la que abrió sus puertas en noviembre de 1799, nombrándose por concurso de oposición, director a Pedro Antonio Cerviño -futuro jefe del tercio de gallegos-, y subdirector a Alsina.

Correspondió a Alsina la enseñanza, entre otras materias, de “la aritmética, la cosmografía, la geografía, […] los cuatro términos de la navegación […] y la maniobra”, pero fue tal la importancia que imprimió a las ciencias numéricas y geométricas que el alumnado protestó con el abandono temporal de las clases.

Alejado de la escuela por desavenencias con Cerviño, se dedicó a publicar una serie de tablas astronómicas y almanaques lunares, e intentó redactar un papel mensual al que tituló Tratado de Filosofía natural y Espejo de la naturaleza, frustrado por la falta de suscriptores. Aparte de ello, sus impresos lo señalaban como el “agrimensor general del virreinato”. Creó además una Academia de Geometría y de Dibujo . Manifestó Alsina su aplicación a los estudios matemáticos al publicar unas ´ Tablas Astronómicas...´ ( 1797 ), de la hora de salida y puesta del sol, corregidas y aumentadas con varias notas con la diferencia de tiempo, para todo el virreinato . Suyos son los ´ Almanaques... ´ tirados en los tórculos de la Imprenta de Niños Expósitos en 1800 y 1801 , según el meridiano de Buenos Aires, colmado de noticias históricas y curiosas observaciones.
Lucho en la de fensa de la ciudad de Buenos Airesn en el año de 1807 contra los invasores británicos. En uno de los enfrentamientos, entablados a lo largo de casi diez horas de lucha sangrienta, pereció Alsina. No estaba incorporado a ninguno de los cuerpos urbanos organizados el año anterior, quizá porque necesitaba del tiempo para la manutención de su familia. Dejó un precioso legado. Nada menos que una estirpe de próceres, sus hijos Juan José y Valentín.

martes, 17 de julio de 2007

¿Vieja y olvidada escuela?


¿El cadete de Náutica tiene honor? ¿O solo aguanta y aparenta hasta terminar la escuela?¿Tiene un código? ¿O solo es el presunto compañerismo de cubrir al otro para que no le pongan falta o lo sancionen? Y siendo oficial ¿cree en algo? ¿O solo piensa en que hacer con la inmensa cantidad de dinero que va a juntar por no hacer nada como le contaron en sus años de cadete?

Parece que algunas personas, en un tiempo ya olvidado pensó diferente y escribió lo siguiente:

Código de honor del cadete de náutica

Ser hombre de bien, veraz, leal, honesto, digno y decente tanto en su vida privada como en el servicio.
No divulgar los asuntos del servicio, manteniendo el prestigio de la Escuela Nacional de Náutica en sus conversaciones con familiares y amistades. Tener siempre presente, que quien se lamenta fuera de los ámbitos de la Escuela de las pretendidas injusticias de la vida en ella, no pone en evidencia otra cosa que su esfuerzo para justificar ante su conciencia la propia falta de hombría.
Seleccionar sus relaciones privadas entre gente honorable cuyas costumbres y educación las muestre como tal.
No tolerar en el cuerpo de cadetes, compañeros indignos de pertenecer al mismo por su conducta privada tanto dentro como fuera de la Escuela, aconsejando a aquel que vaya por el mal camino, propiciando la amonestación colectiva por la promoción si no se corrige, la que pondrá en evidencia ante la superioridad si el cadete mantiene fallas graves sin mostrar deseos de corrección.
No tolerar agravio o insulto alguno a su persona, a un camarada, al cuerpo de cadetes, a la Marina Mercante o a la Armada Nacional exigiendo la condigna satisfacción y poniendo el hecho en conocimiento de sus superiores.

Credo del oficial de la Marina Mercante

A la aplicación, buena conducta, subordinación al superior, circunspección afable con el subalterno, respeto a la dignidad de las demás carreras, urbanidad general, actividad y celo incansable en la fatiga, y finalmente el ideal de dedicar todos sus esfuerzos a velar por los intereses argentinos en el mar y hacer del cuidado de la vida y de la seguridad de las personas que se le confían el mayor de sus desvelos, que son cualidades que caracterizan de digno a un oficial; debe unir el oficial de marina mercante, conocimientos propios de los muchos ramos de su carrera, considerando que si ignora no puede mandar y que si algún acaso le pone en cargo superior a su inteligencia, estará en el continuado desaire de darlo a conocer a sus subordinados y en igual riesgo de perder su estimación.

Este credo fue tomado y modificado apartir de el artículo 2º del Tratado Tercero de las Ordenanzas Generales de la Armada Naval (Española), año 1.793, vigentes hasta que fueron sustituidas por las Reales Ordenanzas de la Armada promulgadas en 1.984 por S. M. El Rey Juan Carlos I.

lunes, 2 de julio de 2007

Rivadavia... Graduados



Bernardino Rivadavia nació en Buenos Aires el día 20 de mayo de 1780. Estudió en la Escuela de Náutica y formó parte de los ejércitos que enfrentaron al invasor inglés, en 1806 y 1807, en el Regimiento de Gallegos.
En 1811, Rivadavia fue designado Secretario de Gobierno y de Relaciones Exteriores, cargo en el que reemplazó a Moreno. Por dos años, tuvo que enfrentar una dificilísima situación, ya que el débil gobierno patrio era amenazado por enemigos de dentro y fuera del país. En el interior, se alzaban voces de disidencias y debían desmantelarse alzamientos contrarevolucionarios. En el exterior, se oían rumores de una invasión española a fin de restablecer el gobierno virreinal.
En 1814 parten a Europa Rivadavia y Belgrano, además de las cuestiones políticas que debían tratar, los dos patriotas se ocuparon de una tarea no menos importante: la de contratar a numerosos científicos europeos para que viniesen al país a encabezar una nueva revolución: la de la cultura y la ciencia; la de la creación de las instituciones rectoras del pensamiento nacional de toda la centuria.
Regresó de Europa en 1820. Entonces, el gobernador Martín Rodríguez lo designó Ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores, lo que le permitió exhibir sus mejores dotes de reformista. En efecto, por su labor se crearon la Bolsa de Comercio, la Universidad de Buenos Aires, el Museo Público de Buenos Aires, el Gabinete de Física, el Registro Oficial, las escuelas de campaña, las legislaturas, los cementerios, el registro estadístico y la Caja de Ahorro, entre otras importantes instituciones, fundamentales para el establecimiento de una verdadera Nación. Entre otras medidas, Rivadavia también sancionó la libertad de comercio e industria, la reforma aduanera y los impuestos regulares que debían sostener el Tesoro público. Fue este momento en el cual demostró todas sus dotes de estadista, aún más que cuando fuera Presidente.
En 1825, luego de esta exitosa gestión, fue comisionado nuevamente ante las cortes europeas, como Ministro extraordinario, con el objeto de ratificar el tratado de cooperación y no-agresión con Inglaterra. Regresó en febrero de 1826, para ser ungido el día 8 como primer Presidente de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
Su gestión no transitó un camino llano. Por contrario, debió sobrellevar las consecuencias de una guerra (con el Brasil), que pronto se volvió impopular y que ocasionó una crisis económica y social. Pronto se buscaron responsables, y Rivadavia fue el elegido. Acorralado, debió renunciar a fines de julio de 1827.
"El Congreso que declaró la independencia terminó su carrera bajo la acusación de traidor a la patria. El primer presidente y sus actos fueron llamados al tribunal de la opinión pública por los hombres públicos que no acertaron a disimular su parcialidad.(...)”
En 1831, Rivadavia abandonó su exilio y regresó al país. Pero el encono contra él no se había apagado, y ni siquiera se le permitió desembarcar cuando arribó al puerto. Marchó entonces a Colonia (Uruguay), donde residió algunos años, realizando tareas rurales.
Pero la persecución continuó, y en 1836 fue deportado por el gobierno uruguayo a la Isla de las Ratas (en la rada de Montevideo), y luego a la de Santa Catalina (Brasil).
"Para aliviar su espíritu" emprendió entonces la traducción de los viajes de don Félix de Azara, "porque era lo mejor que se había publicado sobre su país". Más tarde, entregaría la traducción manuscrita a Florencio Varela el año de 1842, en Río de Janeiro, al separarse ambos "para no verse más en este mundo".
Por fin, abandonado por su patria y sus conciudadanos, Rivadavia murió en Cadiz (España) el 2 de setiembre de 1845.
En 1857 sus restos fueron repatriados. Entonces, ya no se lo consideraba un traidor a la patria, sino lo que en verdad fue: un patriota, un prócer y un extraordinario reformador.

Historia de la Escuela


El 30 de marzo de 1799, el Real Consulado donde Manuel Belgrano era su Secretario Perpetuo, acuerda crear la Escuela de Náutica, debiendo netamente establecerse con arreglo a las instrucciones que gobiernan la de Cádiz, la Coruña, etc. Siguiendo el dictado del informante, los maestros directores debían ser nombrados por oposición.
Realizado finalmente el concurso de oposición, en la tarde del 2 de septiembre, resultó favorecido el ingeniero Cerviño en primer lugar y en el segundo el piloto Alsina. Consecuentemente Cerviño fue nombrado Director o Primer Maestro el 9 de septiembre, aceptando Alsina el puesto de Subdirector o Segundo Maestro el día 12 del mismo mes.
El 11 de noviembre de 1799 la Escuela de Náutica completa por fin su instalación en el Consulado; en casa perteneciente a la sucesión de don Vicente Azcuénaga, en el solar que actualmente ocupa la casa central de "la Banca Nazionale del ´Lavoro" (Bmé Mitre y Reconquista) equipándose su aula con buena parte del instrumental perteneciente a una de las comisiones de límites con el Brasil, e iniciando oficialmente sus cursos el día 23 del mismo mes y año, con quince alumnos.
Manuel Belgrano pudo fundar la Escuela de Náutica el 25 de noviembre de 1799, luego de insistir durante cuatro años, al Real Consulado.
Pocos meses después, por desavenencias con Cerviño que exageraba - en opinión de Alsina - el alcance de los estudios teóricos y en particular de las matemáticas, este último hace renuncia de su cargo, siendo posteriormente reemplazado por O´Donell
En el año 1805 la Escuela se traslada, con el consulado, al edificio que éste adquiere a don Benito de Olazábal lugar que en esta Capital hoy ocupa el "Banco de la Provincia de Buenos Aires" (San Martín, entre Bmé Mitre y Cangallo).
Los planes de estudios de la Escuela de Náutica regida por Cerviño, donde se enseñaba trigonometría esférica, secciones cónicas, cálculo diferencial e integral, principios generales de la mecánica, navegación, astronomía e hidrografía, la evidencian como el más elevado instituto superior existente en toda la extensión del Virreinato.
En evidente infracción de las reales órdenes, que nunca se cumplieron, el reglamento de la Escuela, redactado por Belgrano, fue aprobado por la Junta sin consultar a las autoridades marítimas de Montevideo.
Encabezaba el reglamento redactado por Manuel Belgrano:
"El principal objeto de este Establecimiento es el estudio de la ciencia náutica, proporcionando por este medio a los jóvenes, una carrera honrosa y lucrativa, y a aquellos que no se dediquen a ella, unos conocimientos lo más a propósito para sus progresos, bien sea en el comercio, bien en la milicia, o en cualquier otro estudio."
Esta Escuela continuó impartiendo sus enseñanzas hasta junio de 1806, en que cerró sus aulas cuando maestros y alumnos tomaron las armas para combatir al invasor inglés, naciendo en el seno de la misma Escuela el Tercio de voluntarios Urbanos de Galicia o Tercio de Gallegos. Cerviño y O´Donell tomaron parte activa en la lucha, así como el ex segundo maestro, el piloto Alsina, quien perdió la vida en ello.
El 17 de agosto de 1807 el Consulado toma conocimiento de la real orden del 22 de enero de ese año, en la que se desaprueba el establecimiento de la Escuela de Náutica por no haberse observado los reglamentos de la Armada en cuanto a la dependencia de la Escuela, por habérsela instalado sin intervención de las autoridades navales y porque para su dirección y puestos de maestros debían designarse pilotos de la Armada que demostraran aptitud conveniente.
El 28 de mayo de 1818, el piloto de altura Antonio Castellini, natural de la isla de Córcega, solicita la autorización del gobierno para abrir una Escuela de Náutica, que en un año formaría pilotos "capaces de conducir un buque a cualquier parte del globo". Logrado el beneplácito de Pueyrredón (Director Supremo), Castellini solicita del Consulado aula y útiles a cambio de la enseñanza gratuita a los jóvenes que le fijara el Estado.
El 2 de octubre del mismo año Pueyrredón comunica al Consulado (que ya ha trasladado a la planta alta de su casona de la calle San Martín, La Academia Nacional de Matemáticas que dirige Senillosa) haber concedido a don Antonio Castellini el Establecimiento de una Escuela Náutica y le ordena que la auxilie con los útiles necesarios. El conciliario don Joaquín Canaveris es designado para la adquisición de los elementos de enseñanza y algún mobiliario y, ante un nuevo requerimiento del Director Supremo, se le asignó finalmente un aula en el segundo patio de la casa consular, donde se inaugura esta escuela el día 1º de febrero de 1819.
Ambas academias hacen amigables vida común en la ya histórica mansión del Consulado - que ha albergado a la Asamblea del Año XIII - y sus directores intervienen conjuntamente en los exámenes promocionales de una y otra.
Senillosa gestionó grados militares, con premio, para los alumnos sobresalientes del último curso de ambos institutos, que resultaron ser don Pedro Malavia en Matemática y don Manuel Bastardé en Náutica, quienes en marzo de 1821 fueron nombrados, respectivamente, subtenientes de artillería, y de marina. Ese mismo año debido a la crisis que asolaba al país la escuela cierra sus puertas.
Durante los años 1829 y 30 el heroico capitán de fragata Enrique Grandville, que en Monte Santiago perdiera su brazo derecho, se dedica a la enseñanza de la náutica en un aula particular.
Bajo el gobierno del general Balcarce (1833), siendo Comandante de Matrícula el capitán de navío Francisco Lynch, así como durante los interinatos de Viamonte y Maza (1834), en que la comandancia es desempeñada por el capitán de navío Tomás Espora, y aún durante el primer año del nuevo gobierno de Rosas (1835), siendo Espora sustituido por don Pedro Boneo, dicha comandancia mantiene en funciones una Escuela de Náutica, abierta tanto para "aspirantes de marina" como para "particulares", aunque el número de sus alumnos no fue nunca numeroso. La dirección de la misma estuvo en manos de nuestro ya conocido profesor de la primitiva Escuela de Náutica, el benemérito don Carlos O´Donell.
Durante la época de Rosas se realizaron intentos para reiniciar la enseñanza náutica.
En 1847 el Piloto Castellini se dirige infructuosamente al restaurador solicitando la reapertura de su antigua academia.
En 1851 se constituye una Academia Náutica, dirigida por el Piloto Nicolás Ottone. Después de Caseros quedó disuelta.´
Durante 1857 y 1858 funcionó en el bergantín "Río Bamba", la Escuela Teórico Práctica de Marina, con la dirección del coronel Antonio Toll, quien daba clases en 1849 a bordo en la goleta "Santa Clara”.
La "Escuela Nacional de Pilotos", concebida por el doctor Bermejo, empeñado en desarrollar la instrucción profesional, nació al votarse la ley del presupuesto para el año 1895, que incluía una partida destinada a la creación de una escuela de pilotos. El 12 de julio de dicho año su erección se confirma por un decreto del presidente Uriburu, refrendado por el mismo doctor Antonio Bermejo (Ministro de Instrucción Pública), en el que se designa "en comisión al Diputado Nacional doctor Manuel F. Mantilla, capitán de navío Martín Guerrico e ingeniero Aníbal Carmona, para que proyecten los reglamentos, presupuestos y demás requisitos necesarios para la instalación de la Escuela Nacional de Pilotos".
Con algunas modificaciones introducidas por el ministro, el 16 de enero de 1896 se aprueba el Reglamento y el Plan de Estudios proyectado por Mantilla y Guerrico; designándose posteriormente como director al ex teniente de fragata Pedro Mohorade (quien ya se había doctorado en derecho) y al señor Ramón Casas como Sub.-Director.
El 19 de marzo del mismo año, se inician los cursos en el local provisorio (cedido por el Consejo General de Educación) en la calle Industria Nº 471 y el 1º de abril se traslada al edificio de la calle Olavaria 666, alquilado al efecto. El plan de estudios comprendía aritmética, álgebra, geometría plana y del espacio, idioma nacional y aparejo.
El 1º de julio de 1900, debido a la ley sobre organización de los ministerios nacionales, que creó el de Marina, la Escuela Nacional de Pilotos pasó a depender de éste, según decreto del día 12 del mes anterior.
Comienza así la última etapa en la historia de nuestro Instituto. De entonces a hoy, la casi totalidad de nuestros marinos mercantes han pasado por sus aulas, y su idoneidad profesional es internacionalmente indiscutida.
Retornando a la iniciación de los cursos, diremos que éstos comenzaron con 10 alumnos. En mayo de 1897, la escuela se traslada a la calle Chile Nº 270.
El 1º de marzo de 1898 se completan los tres cursos que componían el ciclo de enseñanza, iniciándose las clases con 7 alumnos en 3º año, 12 en 2º y 21 en 1º. El plan de estudios abarca, además de las asignaciones ya mencionadas, las de navegación, maniobra, derecho marítimo, geografía e inglés. Ese mismo año se inician, durante las vacaciones, las prácticas de navegación embarcándose los alumnos de 2º y 3º curso, en el transporte "Villarino", llegando hasta Tierra del Fuego.
El 31 de diciembre de 1902 la escuela se traslada al Arsenal de Marina de Dársena Norte, instalándose en la planta baja de la oficina de hidrografía.
Por decreto del 7 de septiembre de 1916, y considerando que los egresados de esta escuela deben formar parte de las reservas de la Armada, se dispuso eximirlos del servicio militar obligatorio.
El 6 de abril de 1925 se traslada la escuela al 5º piso del edificio que ocupa la Prefectura General Marítima, en la calle Reconquista Nº 281. Un mes después se crean los cursos de maquinistas y el instituto pasa a denominarse "Escuela Nacional de Pilotos y Maquinistas Navales". (7 de mayo de 1925).
En el año 1932 la escuela pasa a ocupar el local de la antigua Escuela de Mecánica de la Armada, en Dársena Norte.
Conformando gestiones que se venían realizando desde el año 1927, el 5 de agosto de 1943 se inicia la construcción del edificio propio en la que hasta hoy permanece, en el solar que ocupaba el club de deportes del Ministerio de Marina, también en Dársena Norte y que fue inaugurado oficialmente el 8 de abril de 1946.
En el año 1944, se aprueba un nuevo Reglamento Orgánico. Se Paso a denominar "Escuela Nacional de Náutica".
A partir de 1951 quedan instituidos los cursos de "Comisarios" y de "Radiotelegrafistas", con lo que se completa la preparación de todas las especialidades que forman los cuerpos de oficiales de marina mercante.
En el año de 1978 se incorpora la primer promoción integrada por cadetes femeninos.
En el año 2000 por falta de mantenimiento en el edificio y otras cuestiones políticas, la escuela se traslada a la ex ESMA.
Durante este año (2007) la Escuela de Náutica vuelve a su viejo, pero remodelado edificio, que ocupaba desde el año 1946.